Así lo dice Hernando Buitrago, árbitro recientemente retirado.
"Aunque la edad ya no es indispensable, es muy difícil que un árbitro pueda tener el nivel físico requerido a los 45 años. Decidí no continuar como árbitro porque ya es muy difícil para mí estar al nivel que el fútbol exige hoy. Prefiero dejar el arbitraje y no que el arbitraje me deje, perdiendo una prueba física”.